Los Recuerdos de Malena Lucio

*A 40 Años de su Partida

*Hoy Aquí la Recordamos

*Porte y Calidez Humana

         El 5 de agosto de 1981 murió “Malena” Lucio y ese día comenzó la leyenda de esta mujer ejemplar y que fue una de los mejores escaramuceras del país.

Además de gran exponente de la mujer de a caballo, fue de una impresionante calidez humana, como la describe Elba Gómez en la vida y obra de tan distinguida dama de la monta a mujeriegas.

Su nombre real María Elena Lucio Murillo y nació un 24 de diciembre de 1932, en la capital del país. Se le considera una de las creadoras de la Escaramuza Charra.

A los 11 años comenzó su vida con los caballos y al año siguiente se metió de lleno a la Alta Escuela Andaluza y su instructor fue el general Manuel Mercado

Para 1947 y viendo que era una destacada dama de a caballo, la invitó don Everardo Camacho a La Nacional de Charros, pese a que el “machismo” era muy marcado en el Más Mexicano de los Deportes por esas épocas.

A fines de los 40´s, huelga decir que la inclusión de las damas en la charrería y donde “Malena” destacaba en la cala de caballo, no era bien vista en esos días.

Las famosas “itacadas” (platillos típicos que compartían entre las familias asistentes al jolgorio charro), también tomó fuerza, muy venidas a menos en la época actual y donde eso sería lo de menos, pero la pérdida de valores no tiene precio.

Sus padres fueron doña Carmen Murillo y su padre el español Andrés Lucio, habiendo sido “Malena” la tercera hija de dicho matrimonio.

DESDE PEQUEÑA PINTABA PARA GRANDE

         De 1947 al 53 y pese a su corta edad, “Malena” destacaba de sobremanera, por su porte y elegancia, además de lucirse en cala de caballo y en La Nacional de la capital del país, dejó constancia de ello, sin imaginar que el 22 de marzo de 1953, la historia daría un vuelco importante de la mujer de a caballo.

Se dice que los vestidos de las damas de a caballo, fueron inspiración gracias a la visión de doña Carmen Murillo de Lucio, con detalles pintorescos en los vestidos que portaba la mujer mexicana revolucionaria y las hacendadas.

Por aquel entonces, La Nacional de Charros de la capital del país, comenzó a hacer giras por diversos puntos del país y donde “Malena” se presentaba en cada lugar con diferente cabalgadura, demostrando gran manejo de las mismas.

En 1952 conoce en Tepatitlán, Jalisco, a Aurelio Franco Martín y se enamoran y posteriormente se casaron.

Se despidió de La Nacional montando a su adorada yegua “La Guapa” y en aquella tarde memorable, se lució con la cala de caballo.

Al término de la charreada, los niños y algunos de sus alumnos, la cubrieron de flores y abrazos, recuerda Elba Gómez.

Luego regreso a la capital del país y se enlistó con los Charros del Pedregal, hasta que el 5 de agosto de 1981 apareció un aneurisma congénito y terminó con su vida, pero ese mismo día comenzó la leyenda.

HISTORIA SACADA DE UN CUENTO DE HADAS

Ya lo hemos dicho que la historia de las escaramuzas parece sacada de un cuento de hadas y aunque la mujer de a caballo sigue más vigente que nunca, justo es hacer un merecido reconocimiento a tan histórico suceso.

El “Carrusel Charro” –por sus movimientos- fue primero mixto y después de puras damas, para cambiar posteriormente el nombre a escaramuzas.

Los sueños del maestro Luis Ortega vinieron a revolucionar y sobre todo, a marcar la pauta de lo que hoy es la charrería con aroma de mujer, esa fragancia que hace más hermoso el acontecimiento deportivo.

En aquel 1953, conformaron el equipo mixto, cuatro damitas bien ataviadas y tres apuestos centauros. El histórico grupo estaba integrado, por: Lilia López Becerril, “Coco” Camacho y las Hermanas Ruiz Loredo, María Eugenia y Graciela, además de los chamacos: Arturo Ruiz Loredo y los Hermanos Camacho, “Toño” y “Pepe”.

Pero el que la mujer no compita contra charros, no es reciente, tiene su historia, su intimidad y algo más.

Damas que montaba a pelo como Susana Antuñano o calaban caballos en jaripeos como “Malena” Lucio, son apenas algunos ejemplos de lo que aquí se plasma,

Pero abriendo los 50´s, un par de cosas marcaron a las escaramuzas y es que por aquellos días vino a México un espectáculo en que varios animales realizaban algunos ejercicios (cruces).

Aquellas niñas y niños de La Nacional no se quedaron atrás y el maestro Luis Ortega Ramos fue al extranjero y pudo apreciar a la policía montada de algunos países, sacando nuevos movimientos.

Recordar que desde 1989, las mujeres compiten en Campeonatos Nacionales, cuando en la Unión Ganadera Regional de Jalisco, se presentaron oficialmente  por primera vez a disputar una corona.

Y como siempre termino a mi manera, recordando que “La lucha se hace, la suerte es la mala”.

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