Hazañas del Charro Ponciano

*Era Más Torero que Charro, pero…
*Carismático y de Recia Personalidad
*Todo un Personaje a Fines Siglo XIX
Desde 1880 se da el profesionalismo en la charrería y aparece el popular “Charro Ponciano”.
La historia consigan esas hazañas, gracias a Ponciano Díaz Salinas, cuando se combinaba la charrería y la fiesta brava, siendo el primer en poner banderillas a caballo y que inventó Ignacio Gadea, partiendo a España nueve años después a dar exhibiciones charras y toros al estilo mexicano.
Fue el primero en ejecutar la suerte de banderillas a caballo que inventó Gadea, otro charro mexicano, que perteneció al equipo de Ponciano Díaz, junto con Agustín y Vicente Oropeza, Celso González, Vicente Conde y Manuel González Aragón.
Nuestro personaje Ponciano nació en La Hacienda de Atenco, en Santiago Tianguistenco, en el Estado de México, en 1858, siendo hijo del matrimonio de Guadalupe Albino Díaz y María de Jesús Salina. Murió en 1899, cuando México comenzaba a despertar.
SUS PRIMEROS PASOS
Desde chamaco ayudaba a su padre en las labores del campo y aprovechaba el tiempo libre para jinetear animales, habiendo aprendido después el floreo, para meterse de lleno a la lazada y los piales.
Díaz fue mano derecha del hacendado Rafael Barbabosa Arzate y siempre quiso ser torero, lo que a la postre logró en sus años de juventud.
Se considera que el Charro Ponciano fue el primer torero importante de nuestro país e incluso se le considera el “Abuelo de la Torería Mexicana”.
Era carismático y de recia personalidad, a tal grado que le escribieron muchos poemas y corridos en su época grande. Bien dicen que para conocer a México, debemos escuchar sus corridos.
Aunque fue más torero que charro, en el Deporte Nacional por Excelencia es una leyenda y que deben conocer las nuevas generaciones.
EL TORERO Y LAS GIRAS
Además de manejar de forma brillante el estoque en la fiesta brava, cuentan los enterados que era muy hábil al poner las banderillas a dos manos.
Una década antes de morir, El Charro Ponciano hizo una gira a España en 1889, donde hizo las delicias de los españoles con una soberbia exhibición de charrería y toreo al estilo mexicano.
Fue gran impulsor de la charrería e incremento la actividad, a grado tal que la elevó a espectáculo, de valentía y pericia, que era todo un suceso y digno de admirar.
Otro suceso, fue en 1894, con la reunión de 12 charros, en Monterrey, que comandaba Vicente Oropeza y hacer una gira a Nueva York y otras ciudades de la unión americana, con grandes éxitos.
Incluso a Vicente Oropeza los norteamericanos le dieron el calificativo de Campeón de Lazo en el mundo, sorprendidos de la maestría y destreza con que floreada y lazaba
LE GUSTABA VESTIR DE CHARRO
En España, Díaz toreó a pie y bien montado a caballo vestido de charro, dejando en claro que México podría competir de tú a tú con los españoles, en una de las más auténticas expresiones del sentimiento del país europeo en las lides de la tauromaquia.
Por 1888, construyó e inauguró la Plaza de Bucarelli, en tanto daba cuenta brillante en sus presentaciones a lo largo y ancho de nuestro México, Lindo y Querido.
Ponciano Díaz el torero-charro, fue un idolazo en su época y marcó un hito en aquellos días. Incluso los mexicanos de aquella época encontraron en él, identidad y orgullo, porque era muy habilidoso en sus lances, además de demostrar valor y que lo llevó a competir ante los mejores exponentes de España.
Se recuerda que cuando fue a España a torear con su grupo, presentó faenas charras.
OTROS PEQUEÑOS RECUERDOS
Vienen a la mente muchos recuerdos y anécdotas, como aquella canción que interpretaba el hoy extinto Oscar Chávez y que rezaba: “Ay, viene el Charro Ponciano, dando vuelta a la estación.
Viene pegando respingos, porque lo hicieron… calla mujer calla, deja de tanto llorar, que esta noche con la luna, nos vamos a emborrachar”…
Otro gran personaje del Más Mexicano de los Deportes es, sin duda, el Charrito Pemex y del que ya hemos hablado en más de una ocasión.
Ya para cerrar esta entrega, debemos recordar que siempre hemos tenido toreros-charros o charros-toreros, desde Ponciano Díaz, Manolo Martínez, Juan Silveti, Mariano Ramos, Joselito Huerta, Manuel Capetillo, Jorge “El Ranchero” Aguilar y en la actualidad Uriel Moreno “El Zapata”, Marcial Herce y Alfredo Ríos “El Conde”, entre otros.
Y como siempre me despido a mi manera, recordando que: A las 12 del día, los perros dan sombra y en las cantinas, botana.
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