Las Hazañas de don Ramiro Gurrola

*Charrazo en toda la extensión de la palabra

*Arrendador y “todo un estuche de monerías”

         Honor a quien honor merece y ese es para don Ramiro Gurrola Ramírez, oriundo de Valparaíso, Zacatecas, y quien, a sus 81 años de edad, conserva su erguida figura y es un gran decidor de palabras, amén de un charrazo de antaño, de esos que pusieron muy en alto el nombre del municipio que los vio nacer.

Es algo así como profeta en su tierra, aunque en sus grandes años de deportista, llevó la charrería por diversos puntos del país y de la unión americana. Impresiona porque cuando del deporte de sus amores, lo hace casi con mente fotográfica, como si apenas lo hubiera vivido ayer.

La entrevista es en la sala de su céntrica casa de Valparaíso, municipio zacatecano, donde en los tres últimos días se realizó el Segundo Torneo Charro en su honor, ya hace algunos años.

La foto del recuerdo se tomó en el homenaje de este domingo, donde le acompañaron la alcaldesa de Valparaíso, Laura Isela Ruiz González, el senador Tomás Torres Salazar y hasta el periodista Javier Rodríguez Acevedo, entre muchas personalidades más.

UNA ENORME DISTINCIÓN

Luego de compartir el pan y la sal, con sus amigos e invitados especiales, don Ramiro ofrece la amena charla en la página: www.expresocharro.com y el periódico jalisciense OCHO COLUMNAS.

“Soy charro de toda la vida y a mis 81 años de edad, aún me queda cuerda para rato. Me gustaban todas las suertes y esa pasión por la charrería la aprendí de mi padre Manuel Gurrola Acosta, lo que luego yo heredé a mis hijos y estos a mis nietos”.

Fue fundador en 1949 de los Vaqueros del Valle para luego pasar a ser y hasta la fecha, Charros de Valparaíso y de ello guarda muchas fotos, pero los recuerdos lo tiene bajo llave, en su mente y sobre todo en su corazón.

En la pared de su casa hay varios cuadros que recuerdan algo de su trayectoria en el Más Mexicano de los deportes y uno destaca de sobremanera, cuando en el 2006 que se realizó aquí el estatal zacatecano, la Federación con el presidente Javier Basurto le entregó la Espuela de Oro.

UNA FAMILIA EJEMPLAR

Sus hijos “Vicky” y el médico Manuel nos reciben con mucho afecto.

Por esos días de Navidad, la Familia se reúne en pleno y además de charrería, recuerdan muchas anécdotas, salpicadas de nostalgia.

Estos días de reflexión son para eso, para la unidad, los recuerdos bonitos y otros que ya se fueron. Lo mejor de todo, la charrería y sus leyendas siguen viviendo aquí, en: www.expresochrro.mx

“El charro nace y mucho cuenta la experiencia y ganas que le pone uno, aunque los cuacos también tienen mucho que ver para destacar”.

Saca del desván de los recuerdos, dos credenciales. Una del 7 de octubre de 1949 de la Federación Mexicana de Charrería y otra del 17 de mayo de 1950 de la Secretaría de la Defensa Nacional donde le autorizan a portar pistola reglamentaria.

“Antes te vestías de charro y era todo un suceso, aunque algunos hablaban mal a tus espaldas, más cuando era una boda o una muy buena fiesta. Hoy en día muchos acaban de competir y ya se andan quitando el moño o avientan el sombrero, al igual que algunos cantantes que usan la usanza charra para sus conciertos”.

UN CHARRO BIEN VESTIDO, MERECE LUCIR SU AJUAR

En 1954 fue a charrear a Fresnillo y como portaba pistola, los policías lo detuvieron y cuando lo presentan ante el alcalde, este lo soltó, le puso escolta y le dijo que lo cuidaran, porque un charro bien ataviado, merecía lucir su vestimenta, porque era un orgullo que paseara así por toda la feria.

Por aquellos días, el duraguense Salvador Barrera lo invitó a su caravana charra con la que hizo diversas giras en el país, sobre todo por la zona norte y cerraron un 16 de septiembre de 1955, en Chihuahua, ante un llenazo en la plaza de toros y donde atestiguó el acto Roberto Cañedo.

También le tocó dar exhibiciones en Los Angeles, California, en 1966 y tan gusto, que se quedó buen tiempo en Allende las Fronteras. En Pico Rivera se cortó parte del dedo pulgar en una mangana con el “tirón de la flecha”.

YA VENDRÁN TIEMPOS MEJORES

Reconoce que antes los charros eran más completos, aunque hoy en día han avanzado enormidades, aunque está más desvirtuada que nunca la imagen charra en cine y televisión, al igual que la vestimenta.

“Gracias a la charrería, tengo esta bonita familia y sobre todo he ganado muchas amistades en toda mi vida. Me tocó dar más fama a Valparaíso”, finalizó diciendo.

La Familia Gurrola tiene historia, mucha tradición y más anécdotas, inclusive los hijos de don Ramiro dejaron la herencia charra a sus descendientes.

Su nieto Rogelio Gurrola hijo nos hizo llegar un par de fotografías para ilustrar este reportaje que hicimos hace más de una década, entre el frío intenso del pintoresco municipio de Valparaíso, Zacatecas.

El tiempo pasa… pero la leyenda continúa.

Y como siempre termino a mi manera, recordando que “Cuando se sabe el camino, aún a tientas se va por él”.

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