Don Benja Rodríguez y Trini Peralta
*Le Amputaron Piernas a don Benja
*“Trini” Peralta ya Narra Charreadas
Es un charro y declamador de admirar, Ese es don Benjamín Rodríguez Tejeda, oriundo de Compostela, Nayarit, quien sobrevive a pesar de que le amputaron hace semanas las dos piernas.
Hace tiempo habíamos pedido por la salud del amigo nayarita: A toda la Gran Familia Charra que ha estado al pendiente de la salud de nuestro buen amigo y locutor “Don Benja”, les damos a conocer el último parte médico, proporcionado por el Coordinador Nacional de Locutores, CP Juan Carlos Cuevas González y del que: www.expresocharro.com es portavoz.
“Está bien, dentro de lo que cabe. Se ve un poco mejorado, aunque sus piernas le empiezan a fallar y aunque lo vimos bien con movilidad, esperamos que siga mejor cada día, Habla con dificultad, se le está paralizando la boca y parte del lado derecho de su cara”, dijimos hace tiempo.
Hoy los designios de Dios son otros. De momento se mueve en silla de ruedas y aunque se ve un poco desmejorado, pero él le pone sabor a la vida.
Ya su voz es entrecortada, un poco demacrado su rostro, pero nada, ni nadie, le borran la sencillez característica de don “Benja”, ese tipo bonachón, dicharachero y gran amigo desde siempre, de hace más de dos décadas.
Eso es este personaje, un charro y declamador de admirar. Gran recitador de corridos, declamador charro y una voz aguardientosa inconfundible.
Hoy son otros tiempos y gracias al CP Juan Carlos Cuevas y “Ame”, por haberlo puesto en comunicación a través de una video llamada.
“Saludos, Amigo CASAMA. Saludos a toda la charrería y aquí estamos a la orden, en Compostela, Nayarit”, eso luego de haber vivido algunos años en los rumbos de San José del Valle.
“TRINI” PERALTA, PARA RATO
Otro buen amigo de www.expresocharro.com lo es, “Trini” Peralta, locutor mexiquense oriundo de Aculco, en el Estado de México.
Hace meses sufrió un accidente automovilístico y que lo postró en cama, incluso se temía lo peor.
Afortunadamente su recuperación va mejor de lo previsto y aunque él mismo sentía que ya no la contaba, lo cierto es que ocasionalmente vuelve a salir a narrar charreadas en algunas parcelas de Dios.
Y como siempre, termino a mi manera, recordando que: De las aguas calmas me cuide dios, que de las bravas me se cuidar yo solito.
COMENTARIOS A: charrocasama@gmail.com