“Nachito” López para Púa de Jalisco

*Por ahora es Precandidato 2025-2029
*Sabe y Conoce Necesidades del Estado
*Afronta Reto porque Quiere Trascender
*Va Algo del Palmarés Charro y Dorado
Ignacio López González es precandidato a la presidencia de la Unión de Asociaciones Charras de Jalisco, por el cuatrienio 2025-2029.
Es un charro por los cuatro costados y de abolengo, ya que su papá, Ignacio López Martín, le han dejado un valioso legado.
Por ahora, él y sus hermanos Francisco el “Bebé” y Alberto, están en el equipo Rancho El Secreto Tequila Campo Azul.
“Nachito” López como le dicen sus familiares y amigos, fue Campeón Nacional de Charro Completo 2008, en Zacatecas. Después le tocó ser coordinador de la charrería en el deporte jalisciense y en el 2004 fue tercer lugar de las 7 suertes.
Tiene sus objetivos muy definidos, rumbo a la unión estatal: “Me gustaría seguir el proyecto para que Jalisco siga marcando la pauta a nivel nacional. Es tiempo para las nuevas generaciones y en mi proyecto, está apoyar enormidades a las niñas y niños, sin olvidar a la juventud”, dijo en su apunte.
Conoce a la perfección el devenir charro en los 125 municipios de Jalisco y sabe que aún queda mucho por hacer, reto que afronta y tiene muy claro en su maleta cargada de ilusiones.
ALGO MÁS DE SU VIDA Y OBRA
Al jalisciense le gusta vivir el presente, porque sabe que el pasado ya se fue y no quisiera pensar en el mañana, porque quizás nunca llegue.
El sueña y lo hace despierto. No lleva prisa y abre los grifos de la felicidad. Sabe que ahora es tiempo de nuevas imágenes.
Sabe que en México no basta con parecer bueno, hay que serlo.
De mirada tímida y asustada, de piernas largas, más apropiadas para un basquetbolista que para un charro, López González no deja de disfrutar la vida.
En pocas palabras, sabe que la pachuqueña se lleva bien puesta y en el alma. Sabe que la charrería jalisciense es grande por historia y sobre todo por sus títulos.
“Nacho”, de quijotesca figura, ya rondando las 40 primaveras. Vive la vida con calma y sabe que lo mejor de él, como charro, sigue vigente.
Reconoce que la charrería se practica, con clase y alma, con respeto por la historia que es una religión y sobre todo, algo que heredó de sus antepasados y sobre todo de su padre Ignacio López Martín, quien destacó con Charros de Zapopan equipo que nació un 12 diciembre del lejano 1933.
A “Nachito” de casi 1.90 metros de estatura, lo conocí cuando niño y sus pasos que da en el Más Mexicano de los Deportes, son agigantados, casi como su quijotesca figura.
La de Nacho, su pasión es la charrería. Juntos van por el sinuoso camino y por la senda de la ilusión, pero admite que su aventura no tiene fin, pues sigue adelante, en algo que puede ser grandioso o fabuloso, depende de la lupa con la que se le mire.