Remembranzas del “Profe” Olvera

*La charrería y el béisbol: su pasión
*Gran legado: Pioneros de a Caballo
*No fallaba cada ocho días al Lienzo
Es “Día del Recuerdo” y es un honor hacer la entrega del profesor Ramón Olvera Miranda, un apasionado del Más Mexicano de los Deportes que se adelantó en el camino de manera trágica.
Cuando pequeño, porque algún día fui niño y joven –hoy ya peino canas-, me tocaba leer las remembranzas beisboleras del “Profe” Olvera en El Occidental. Años después pasó a engrosar las filas del OCHO COLUMNAS y ahí me hice asiduo lector de la charrería, esas columnas salpicadas de nostalgia y con un estilo muy peculiar.
Todo viene a cuento, porque hace días buscaba en el mar de papeles y libros que tengo en mi hogar, me encontré un libro que hacía tiempo andaba buscando afanosamente.
Y como por arte de magia, apareció, cuando menos lo esperaba. Ahí estaba, intacto y listo para volverlo a releer.
SE ADELANTÓ EN EL CAMINO
SE ADELANTO. Pero esta vez fue diferente al tocar sus hojas, fue otra sensación muy diferente a las de antes, porque ahora que lo vuelvo a encontrar, el autor de Pioneros de a Caballo, ya pasó a mejor vida hace algunos años, hará cerca de 20.
Otro par de los maestros del periodismo que hace años se fueron al viaje sin retorno, fueron: don Isidro Cisneros y el “Compadre” Manuel Trejo, que al igual que el “Profe” Olvera Miranda, se encargaban de difundir la charrería. De eso, nos acordábamos Francisco Aguiar Barajas y el escriba.
GRAN LEGADO. El Libro Pioneros de a Caballo tiene en portada una excelente monta del “Pollo” Agustín Zermeño y son 24 capítulos en 292 páginas, la mayoría de fotos del Ing. Alberto Flores. Lo malo es que el tiraje fue de solo mil ejemplares.
Por eso y muchas cosas más, para mi el libro tiene más valor, porque el autor me lo firmó y reza “Para el colega y gran amigo Carlos Sánchez Mariscal y ojalá que le sirva de algo”. Guadalajara, Jalisco, IX-18-93, El Autor y viene su rúbrica
A más de 20 años de distancia, he vuelto a hojear el libro y además de las fotos de aquellos días, vienen crónicas de charreadas, historia, anécdotas y muchos interesantes temas más.
DE PRINCIPIO A FIN
Entre los temas a leer, viene algo de historia, sillas españolas, sogas, que la charrería no es circo, Charros de Jalisco, Tapatía, Alteña, La Nacional, faenas, Federación, escaramuzas y más.
Se adentra uno en la lectura y es difícil soltar el libro hasta no terminarlo. A propósito de libros, hace días me preguntaban en una escuela de periodismo a la que me invitaron a dar una charla sobre charrería, ¿qué si me gustaba leer?
Sin pensarlo dos veces, contesté que “mientras ustedes leen por gusto, yo lo hago por obligación, porque tengo que estar cada día mejor preparado”.
Cada domingo era común ver al “Profe” Olvera en el Lienzo de Charros de Jalisco y si había misa, llegaba al filo de las 11 y sino tan pronto sonaban las campanas de las 12, ya estaba en su lugar de siempre. Arriba en el palco de honor, al lado de sus inseparables amigos Juan Mariscal, “Nacho” Mora el “Barbón” y don Raúl “Gallito” Zermeño.
SU OTRO AMOR. Después de los Charros de Jalisco, generalmente los domingos se iba al parque de pelota Hernández Loza de Tlaquepaque a gozar intensamente del Rey de los Deportes. Pero el “Caballero del Béisbol” don Juan García Uribe el famoso “Zorro”, no lo dejaba subir a gozar de las emociones del béisbol, hasta que el “Profe” Olvera no comiera el sabroso manjar que preparaba don Luis y familia.
Otros de sus libros, fueron: El Corredor de Caballos y Remembranzas Beisboleras.
Cuando asesinaron cobardemente al “Profe” y una de sus hermanas, empezó su leyenda y aunque pocos se acuerdan de él, sirva el presente “Día del Recuerdo” como homenaje para el gran amigo y del que aprendimos algo de la charrería.
Y como siempre termino a mi manera, recordando que “Y andando, que el sol se mete”.