Doble Luto en la Charrería

*Fallecieron Esaú Navarrete y Servando Márquez

*Un accidente carretero dejó dos heridos Graves

*Trágico Accidente Acabó con los Grandes Sueños

         En un accidente carretero la madrugada del domingo 17 de julio del 2005, fallecieron los charros Esaú Navarrete y Servando Márquez, quedando muy graves los hermanos de este último Oswaldo y Efraín, todos ellos pertenecientes a la Asociación Rancho El Jaralito de San Luis Potosí de don Esteban González.

Este viernes se cumplen los primeros 15 años de la tragedia y parece que fue ayer. El dolor enlutó dos hogares y a la charrería.

Recuerdo que en esos días llamar por celular costaba cuatro pesos el minuto y aun así teníamos que conseguir la información, porque uno que se jacte de reportero, no puede llegar sin datos para armar su nota a la redacción.

Quien nos daba la información era precisamente Ezequiel “Cheque” Márquez, hermano de Servando, sobre el estado de salud de Oswaldo y Efraín.

EL ACCIDENTE A LAS TRES DE LA MAÑANA

La funesta noticia corrió como reguero de pólvora y es que fue a las tres de la mañana del domingo, cuando el automotor en el que viajaban se impactó contra un carguero, en la carretera que va de San Luis Potosí a Santa María del Río.

Al momento del cierre de edición trascendió de la gravedad de Efraín y Oswaldo Márquez, este último además al parecer perdió un ojo, como lo reportamos aquel julio de 2005.

La charrería está de luto nuevamente y es que recién también se adelantó en el camino el Ing. César Tijerina González (Monterrey) y más antes José Augusto Lugo (Yucatán).

SE ESFUMARON MUCHOS SUEÑOS

En abril de ese 2005 y justo en los festejos de La Nacional, en el entonces Distrito Federal, el colega colimote Cande González Santana y un servidor, platicamos largo y tendido con Esaú Navarrete.

Esa vez, bromeamos, compusimos el mundo,  reímos y hablamos de todo, menos de lo inevitable: la muerte.

A su corta edad, el joven soñaba despierto y tenía muchos proyectos que cumplir en vida, pero llegó la mala fortuna.

Que en paz descansen y pronta resignación a las Familias Márquez y Navarrete, como escribimos en la nota del 18 de julio del fatídico 2005.

A 15 años de distancia aun recordamos a Servando Márquez y Esaú Navarrete.

Y como siempre termino a mi manera, recordando las palabras de Sócrates: “Las penas de la vida deben consolarnos de la muerte”.

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