La Charrería y la Religión Católica

*Bien de Salud el “Padre Pistolas”

*Aporte Histórico del Padre Barajas

*Padres Charros con la Sotana Encima

         La charrería y la religión siempre han ido de la mano. La idea de escribir sobre la religión católica y la charrería, fue por el reciente caso del “Padre Pistolas” como se le conoce al sacerdote Alfredo Gallegos Lara, en Michoacán.

Trascendió a principios de semana que tenía Covid-19 y que su estado de salud era delicado. Este viernes nos enteramos que ya está mejor de salud y además de la charrería, es el capellán de los motociclistas, en especial de los Bikers Unidos de Guanajuato.

Incluso se tenía planeada una fiesta con motivo de su 69 aniversario, en Chucándiro, Michoacán, pero ante la pandemia y que se contagió de Covid-19, se dejó para mejor ocasión el “fandango”.

A la fecha, Michoacán lleva casi 36 mil contagios y casi tres mil fallecidos, a lo largo de más de 10 meses que aqueja el “bichito” a nuestro país.

RECORDANDO AL PADRE BARAJAS

         En más de padres y charrería, como no recordar al gran padre Barajas quien instituyó el Trofeo Guadalupano, abriendo los 60´s y que no es otra cosa que fe y devoción por la religión, donde la charrería tuvo un lugar muy especial.

Él oficiaba misas en el Lienzo de los Regionales de La Villa en la Ciudad de México y nació en Santiago de Compostela, Nayarit. Hace años le entregaron un reconocimiento por 25 años de la locución charra, la que empezó en los Regionales de La Villa.

Decía que le gustaba lazar, colear y las manganas, aunque no era experto, pero si hacía lo que podía arriba de su cuaco.

La escultura es una inspiración del maestro Humberto Aguirre, quien por encargo del mismo Padre Barajas comprendió el sentido del mensaje, a la Virgen de Guadalupe. La escultura de bronce tiene la imagen de la Morenita del Tepeyac y un charro postrado a sus pies

El Guadalupano se creó desde 1962 por iniciativa del Padre Barajas quien era secretario de FMCH, en la gestión de don Luis Gómez.

Por cierto, en 1979, en la visita a México, Su Santidad, Juan Pablo II hizo la bendición de la escultura y que ese año ganó la Selección de Durango.

Ya de salida de su cuatrienio, como presidente de FMCh, Miguel Pascual entregó un bonito sombrero charro al Papa Francisco, abriendo el 2016, a mediados de febrero, para ser más exactos.

OTROS PADRES DE LA CHARRERÍA

         Aunque ya el alemán hace de las suyas y es que son casi 60 vueltas al sol las que tiene el escriba, pero aún no acordamos de muchas cosas en el Más Mexicano de los Deportes.

Por ejemplo del capellán por muchos años, en Charros de Jalisco, el padre Salvador Sánchez quien oficiaba misa todos los domingos a las 11 de la mañana en la capilla que tiene la querencia de los “Bigotones”.

Hoy en día oficia homilía Monseñor Oscar Sánchez Barba quien lleva la charrería tatuada y es que es descendiente de dos familias de abolengo en el Más Mexicano de los Deportes.

Viene a la mente el “Padre Rigo” quien ya se adelantó en el camino y que gustaba de organizar pialaderos por el Rumbo de San Cristóbal de la Barranca, Jalisco.

Otro Fray Federico Topete Rodríguez quien estuvo en la Basílica de Zapopan, luego lo mandaron a Ciudad Victoria, Tamaulipas, y lo último         que se sabe que ahora está en Belice. El daba misa los domingos a las 19 horas en Zapopan y generalmente traía indumentaria charra abajo de la sotana.

El presbítero Gabriel Medina Magallanes a quien le dedicaron el pasado Campeonato Estatal de Zacatecas, es muy charro y da la bendición por los rumbos de Tlaltenango, habiendo sido incluso charro federado hace algunos ayeres.

En Tala, Jalisco, hace como 50 años el Cura Luis Rojas Mena también gustaba de organizar eventos charros en las Fiestas del Pueblo azucarero, enclavado en el Corazón Dulce de Jalisco.

En Capilla de Guadalupe el padre Miguel Franco hijo de don Miguel Franco de los cuatro veces campeones nacionales.

Seguramente saldrán más nombres y que nos puede compartir en el correo abajo de esta entrega periodística.

EL PADRE “CHIVASTIÁN”

Un “panbolero” de corazón y sobre todo muy chiva, lo fue el Padre Macario quien daba misa en el templo que está frente al Registro Civil de avenida Alcalde y muy cerca de la Escuela Normal de Jalisco, en la Perla Tapatía.

Cuentan los enterados que se ponía la camisa de Chivas del Guadalajara y debajo de la sotana, aunque de vez en cuando le daban sus jalones de oreja por ese pequeño grande detalle.

         Y como siempre termino a mi manera, recordando que: La religión está en el corazón y no en las rodillas: Douglas W. Jerrold.

Comentarios al Columnista: charrocasama@gmail.com

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