El Piteado y El Arte Charro

*Grandes Obras de los Torcedores

*Campeonato para Mejor Ocasión

*Anécdota El Gordito de los Chistes

         Aunque no se sabe a ciencia cierta cuando nació, pero al parecer fue a mitad del Siglo XIX, aunque lo más importante es que el piteado sentó sus reales en Colotlán, Jalisco, siendo uno de las artesanías que engalana al Más Mexicano de los Deportes.

Chaparreras, fundas de pistola, sillas de montar, toquillas, cinturones, sombreros y otros artículos, son prueba fehaciente de la pita, una fibra vegetal que tiene durabilidad por décadas e incluso se han encontrado piezas que han resistido por más de cien años, eso, como diría Ripley: Aunque usted, no lo crea…

Por eso los hacedores de dicho arte, admiten que con el piteado de Colotlán, Jalisco, la silla charra de montar se convierte en un trono.

Esta entrega periodística la hicimos el 27 de septiembre del 2006 y hoy es parte de la historia.

LA PLANTA, HISTORIA Y MÁS

La pita tiene sus orígenes en selvas tropicales, principalmente de Estados como el hoy convulsionado Oaxaca, Tabasco, Chiapas y otros.

 La planta pertenece a la familia de los agaves y a diferencia del tequila que requiere una madurez entre seis y ocho años, para la planta del piteado sólo se necesitan alrededor de 24 meses.

La planta de pita que se da en selvas tropicales, en su gran mayoría en el sur del país, pero el piteado está convertido en arte para el Más Mexicano de los Deportes por los trabajadores del meritito Colotlán, Jalisco.

Para que la obra charra pueda presumirse, es bueno contar con una buena piel donde hacer del piteado todo un arte.

La piel no debe tener cicatrices, ya cuando se ha seleccionado, se humedece y se pone el molde del dibujo para el corte definitivo y entra al proceso, mismo que dependiendo del trabajo bien podría llevarse hasta un año.

VERDADERAS OBRAS DE ARTE

El torcedor con sus manos marcadas por el trabajo artesanal va colocando la pita hasta que culmina la obra.

Así como en  el mariachi hay galas, la charrería también tiene sus encantos y es que el piteado, embellece los cintos, ennoblece sus chispeantes espuelas, sus fustes y hasta tiene bordes en los sombreros de faena.

Es decir manos expertas jalisciense haciendo verdaderas obras de arte y que lucen con orgullo los charros, en México y Allende las Fronteras.

Algo más de Jalisco para México y el Mundo, donde también se cuentan las mujeres bonitas, el mariachi, las tortas ahogadas, el tequila, la birria y los charros.

Eso es parte de lo que dice el folleto ilustrativo que hace años emitió el Consejo Regulador del Piteado en esa población serrana al norte de Jalisco, como lo es Colotlán, que significa tierra de alacranes.

El alcalde en el 2006 era el profesor José Luis Carrillo quien está por entregar la estafeta, esperando que el entrante también le dedique tiempo a la promoción de tan importante artículo hecho arte por las manos colotlenses y que sigue ramificándose a varias poblaciones del olvidado Norte de Jalisco.

CAMPEONATO PARA MEJOR OCASIÓN

Por cierto y por estas fechas se juega cada año el Campeonato Charro del Piteado, aunque este 2020 y 2021, por cuestiones que estamos viviendo estos días con la pandemia mundial de salud, la fiesta quedó para mejor ocasión.

El torneo lo han organizado Daniel Ortega, Martín Raygoza o el exalcalde “Chuy” Navarro, en el Lienzo «Gabriel Campos Aguayo».

El primer contacto para cubrirlo hace casi 20 años fue don Víctor Manuel Robles Santoyo, relacionista público de los “Bigotones” Charros de Jalisco.

En alguna de esas andanzas nos tocó platicar con don “Pepe” Martínez del Mariachi Vargas de Tecalitlán o convivir con el cantante Mariano Barba que interpretaba el “Mono de Alambre”, amén de convivir con muchos personajes más.

Torneo de mucha tradición que se juega el último fin de semana de abril o las primeras dos semanas de mayo, en la tierra de mi tío Cruz Fernández y donde tenemos muchos y buenos amigos como don Eliseo Robles, la Familia Navarro, Checo y el Profesor Simón, así como con el Profesor y Cronista Marco Abel Melchor, entre muchos Más.

Me viene a la mente una anécdota de los últimos días del Profesor Arturo Don Lucas de Nochistlán, quien era locutor de los primeros torneos del Piteado.

Fuimos a la mejor Cenaduría del municipio y nos tocó hacer fila para entrar por los sagrados alimentos y en ese trance estábamos cuando un niño, sin pensarlo dos veces, grito: “Mamá, Mamá”, mira al “Gordito” de los Chistes”, apuntando con el dedo al locutor zacatecano.

Y como siempre termino a mi manera, recordando que “El vicio de la embriaguez, sólo causa estupidez”.

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