El Cine Distorsionó la Imagen Charra

*Allá en el Rancho Grande, marcó época

*Borracho, mujeriego y hasta Pendenciero

*Libros, Revistas y algo más de la cultura

Hoy en día tiene identidad la charrería nacional, esa que se perdió desde los 30´s cuando aparecieron a fines de esa década las primeras películas mexicanas.

Cada año abre la caja de sorpresas y si el año anterior dábamos cuenta del Cortometraje CHARROS de Jorge Rigen, justo es echarle una hojeada a las páginas del cine mexicano y que han abierto enormidades las puertas al Más Mexicano de los Deportes.

Esta entrega la hicimos el 13 de Enero del 2006 y desde entonces han pasado 14 años, siete meses y nueve días.

“Allá en el Rancho Grande”, que filmó Fernando de Fuentes por 1936 abrió camino a la industria cinematográfica nacional y de paso, terminó por presentar la imagen de nuestro país, con charros cantores, dicharacheros y mujeriegos.

El argumento es una historia de amor, entre un trabajador de una hacienda y una joven humilde, pero que se complica chismes ó malentendidos.

Hace días de este agosto del 2021, volví a ver la película y como siempre, vuelve a tocare fibras sensibles y no hace vibrar como cuando la vimos hace por lo menos cinco décadas.

CAMBIARON EN L ESTEREOTIPO

         Las películas ayudaron, pero también dejaron un mal estereotipo, al creer que todos los charros eran mujeriegos, borrachos, pendencieros y bravucones, imagen muy diferente a lo que se vivió conforme pasaron las décadas desde los 30´s.

Otros películas que marcaron la historia charra, son: “Ora, Ponciano”, “Ay Jalisco, no te rajes”, “Adiós Nicanor”, “Las Cuatro Milpas”, “Así es mi Tierra”, “Bajo el Cielo”, “Del Rancho a la Capital” y muchas más.

CULTURA CHARRA. Llamada telefónica de don Mercedes Valle del meritito Atotonilco para solicitar informes de literatura sobre caballos charros y también sobre libros del Más Mexicano de los Deportes.

“Me interesa sobre todo la genética de los caballos”, destacó en su llamada y de inmediato sin chistar le recomendamos tres revistas: Acaballo, Mundo Equino y Caballos y Agave, donde escriben verdaderos especialistas.

Referente a libros sobre charrería, hay bastantes y entre mi colección, tengo El Refranero Popular Mexicano de Miguel Velasco Valdez de Costa Amic Editores, Nuevo Diccionario de la Charrería de Miguel Ángel Argüelles Mier de Popocatépetl Editores, La Charrería en Verso y Prosa de del Ingeniero Becerril López Diego Onésimo, El Libro del Charro Mexicano de Don Carlos Rincón Gallardo que editó Porrúa.

Aún hay más y entre otros, destaca: México, Fiesta y Tradición que armó Enrique Cárdenas de León editado por el Gobierno de Jalisco, Mi Paso por la  Charrería en la visión de Juan J. Biagi Filizola de los Charros de La Herradura de Tampico.

En Cada Charro un Hermano de Cristina Palomera Verea de Culturas Populares de Jalisco, Evolución de la Charrería en Puebla y La Construcción de un Estereotipo Nacional de Tania Carreño King.

OTRO TORITO. Correo que me hace llegar don Bernardo Meade y de entrada advierte que “Primero saludarlo y desearle un buen año lleno de salud. Mi duda es en relación al cobro del seguro de la Federación, primero porque ya es obligatorio y segundo porque nos dijeron que es de $ 200 y aparte no nos dijeron cuanto cubre ni ninguna información de otro tipo.

Mi pregunta es si esto es a nivel nacional o nada más en San Luis Potosí, y la otra es si ahora si este año ya va a ver convocatorias para los estatales porque aquí en San Luis Potosí ya va a ser el sorteo para el estatal y el cobro de la federación el día 21 de Enero y solo nos dijeron que era obligatorio el seguro de $ 200 y la federada también de 200 pero no nos dieron convocatoria ni mucho menos, y antes nos daban opción en cuanto al costo del seguro, bueno espero que por su medio se logra un poco de más información. Gracias”.

RESPUESTA. Ojalá que alguien se digne en informar sobre lo anterior y es que esa inquietud no sólo es en San Luis Potosí, está en varias regiones del país y quizás hasta de Estados Unidos. La Federación debe informar con claridad a sus afiliados.

Y como siempre termino a mi manera, recordando que “Si tu cuaco te respinga, ya tienes buena jeringa”.

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