Entre Artistas y Locución Charra

*Esa es la vida y obra del Lic. Toño Lomelí

*Desde 1997 va de locutor a los Nacionales

*Tiene mucha lona recorrida y lo que le falta

         Además de locutor charro y mejor amigo, el licenciado Antonio Lomelí Meléndrez es todo un estuche de monerías y de sus casi 80 años de vida, tiene muchas anécdotas y desde 1997 ha amenizado en Campeonatos Nacionales.

La entrevista es con el oriundo de Nochistlán, Zacatecas, quien además es próspero empresario hotelero en la tierra que lo vio nacer, mismo lugar de donde es originario el luchador Pedro el “Perro” Aguayo.

Sus casi ocho décadas que ya vivió, no los representa porque se ve más joven, aunque desde hace casi 30 está en la charrería.

“La semillita de la charrería, viene por parte de mi papá, don Cristóbal Lomelí, quien fue un destacado coleador y ganadero de Zacatecas. En mi estado la gente es muy allegada a la charrería, nuestro gran deporte y sobre todo muy amistosos”.

Lomelí Meléndrez tiene mucha lona recorrida y aunque los coleaderos de cualquier día de la semana, en Zacatecas, le robaban los suspiros, lo cierto es que la locución fue la que terminó por flecharlo.

“Me gustaba andar del tingo al tango en los coleaderos, ya sea en Apozol, Jerez, Juchipila, Fresnillo y Jalpa, por mencionar solo algunos, aunque Nochistlán también tiene mucha demanda”, dejo en claro, aunque Jalisco también lo vio en acción.

Tan es así que de Nochistlán se vino a residir a la Perla Tapatía.

“Lo que son las cosas, a mi me gustaba mucho jinetear y a veces colear, pero lo mío es la pasión que le tengo al Más Mexicano de los Deportes. Tengo mucha experiencia en la locución y no de ahora, sino desde hace muchos años, aparte de que mis negocios me han dado esa tranquilidad para seguir adelante, el hotel en Nochistlán y un restaurante en Guadalajara”.

Nos presenta una credencial del 17 de abril del lejano 1959, misma que a la letra le autoriza a ser locutor nacional.

Pero sus inicios fueron otros, ya que de Nochistlán emigró con una empresa a la capital del país y trabajó en Discos Gas.

“Inicié mi profesión de administrador de empresas allá en el DF, manejando la empresa Discos Gas, donde se representaba a Manolo Muñoz, Alberto Vázquez, María Victoria, Lola Beltrán y una gama impresionante de artistas, lo que nos dio apertura para incursionar con éxito en la unión americana”.

Destacó con caravanas al lado de Irma Serrano, David Reynoso, el gran Lalo González “Piporro”, Lucha Villa, “Chayito” Valdez y muchos más.

Fue tanto el éxito que se lo llevaron a Estados Unidos como gerente.

De la familia Lomelí hay muchos integrantes con la música, su señora madre tocaba la guitarra, un tío el violín y otro era trompetista, así como un hermano cantante de ópera y otro pianista.

“Ya te imaginarás, en casa había bohemia por muchos días seguidos, donde se comentaba de todo un poco, donde la charrería claro que tenía un lugar muy especial”.

-¿De quién aprendió la locución?

“Tuve un gran padrino como lo fue don Pepe Ruiz Vélez, todo un maestro de la locución y que conocí gracias a un gobernador de Zacatecas, ahí nació todo, aunque ya era yo maestro de ceremonias, con aquello de los artistas y mis cantantes, por lo que algún buen día decidí sacar mi licencia de locutor, para lo que se necesitara”.

Nuestro entrevistado además maneja a la perfección el inglés, sabe francés y algo de alemán, idiomas con los que ha trascendido.

Lomelí Meléndrez nos ofreció la entrevista horas antes de que terminara el 2009 y la amena charla fue en un restaurante en Plaza del Sol de Guadalajara.

“Ha sido un honor que me inviten a todo eso y es un orgullo estar en eventos de esa magnitud, al igual que Charros de Jalisco en sus festejos de septiembre y febrero, o bien el Torneo de Puerto Vallarta, donde me toca narrar en español e  inglés, así como ocasionalmente en francés”.

Hay otra cuestión muy especial que lo hace vibrar.

“Mira, cada Día del Charro que se festeja el 14 de septiembre, en suerte me toca estar desde hace casi 20 años, en el tradicional Desfile del Día Charro. Me toca narrar desde el Palco de honor en Palacio de Gobierno y eso es un gran orgullo, que se debe mencionar, no por presumir, pero si para que tus caros lectores lo sepan”, terminó diciendo.

Ahí comparte micrófonos a veces con Carlos Brambila o bien con do Raúl Díaz Carrillo, lo que es toda una responsabilidad, porque hay que cuidarse, hablar con elocuencia y sobre todo con conocimiento de causa.

El trasciende con casi tres décadas de experiencia en sus alforjas y es que hoy en día hay bastantes locutores charros improvisados.

Su apellido materno de Meléndez degeneró en Meléndrez porque en el registro civil así lo pusieron, es otro de los miles de yerros que tiene esa dependencia.

Algún día nos contará la historia o gran parte del legado de José Alfredo Jiménez, maestro de maestros en la composición y gran interprete de la música vernácula.

Y como siempre termino a mi manera, recordando que “También de maduras caen y sin hacerles la lucha”.

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