Carta de un Caballo Cansado…
*Mi Cuerpo Ya no es el Que Era
*Te Amo con la Misma Intensidad
*Cuida mis Heridas y yo tu Corazón
“Sí. Soy muy mayor.
A veces me canso y no galopo al ritmo que tú quieres.
Mi cuerpo ya no es el que era y mi dorso cada vez se hunde más.
Pero sigo siendo el mismo caballo con el que tantos paseos compartiste.
Ese que dejaba que tus hijos se subieran sobre mí sin atreverme a moverme por si se hacían daño.
El que te ayudaba a desconectar tras una dura semana de trabajo.
También puedo ser aquel caballo que enseñó a montar a muchos de tus alumnos.
Ese que empalmaba una clase con otra para que tú pudieras llevar un plato de comida a tu casa.
Tú también te has hecho mayor, incluso has ganado algunos kilos que noto sobre mi dorso cansado.
Pero continúo amándote con la misma intensidad.
Sigo siendo el mismo… tú caballo… sólo te pido lo mismo que yo te doy.
Que no te olvides de mí.
Que sigas cuidando mis heridas y mis cascos como yo siempre he cuidado tu corazón.
Que me devuelvas sólo un poco de ese dinero que te di a ganar, aunque ahora no pueda trabajar igual que antes, en forma de comida.
Sí, sigo siendo TÚ caballo.
Ojalá puedas verme con los mismos ojos con los que yo te veo a ti. Ojalá me ames tanto como yo te he amado a ti”.
